21 de octubre de 2010

Santa Rita Patrona de Lo Imposible. José Valiente.


La anciana Doña Braulia, empuñando un bastón se presentó en la casa de la joven que había salvado su vida.......
…. le dijo que era muy devota de Santa Rita y estaba muy segura y agradecida de su Sanidad y de cuánto bien derramaba sobre sus fieles devotos .
Ya la forma de describir que “ se presentó” y “empuñando” un bastón da idea para presentir el carácter de la visita.
Había hecho promesa Doña Braulia, el día en que temió perecer ahogada antes de ser rescatada por la joven a quien llamaremos Salvadora el funesto día en que zozobró su barca, de: Trasladarse a Madrid donde radica el templo en que se venera a dicha Santa y caminar de rodillas por los 200 metros de la explanada que existe hasta el templo y una vez ante la milagrosa imagen mostrarle con la oración su gran agradecimiento, todo ello en compañía de su providencial salvadora.
La joven mostró su total oposición a los deseos de la anciana arguyendo que después de tantas visitas y entrevistas periodísticas sufridas, que delegaba en la persona de Doña Braulia la misión de expresarlo así a la Santa.
La anciana de cuya devoción y sinceridad no seremos nosotros quienes dudemos, además de aceptar la excusas de la joven se sintió muy honrada de ser portadora de tan importante misión que la ponía nuevamente en contacto con su Mediadora.

Otra vez de nuevo. Mercedes Doello

La anciana Doña Braulia, empuñando un bastón se presentó en la casa de la joven que había salvado su vida.Temblorosa llamó a la puerta, como un eco lejano se escuchaba:
¡Ya va! Ante ella apareció una chica de unos 25 años de edad, pelo rubio, ojos claros
y una sonrisa risueña…
-¡Buenas tardes Doña Braulia! (Exclamó con sorpresa)
-¿Cómo usted por aquí? susurró un de nuevo que no quiso decir, pero se le escapó.
-Buenas tardes María (respondió la anciana)
-Pase usted por favor (dijo ella).
Aquella señora volvía cada tarde, a la misma hora y sin recordar que ya había estado allí.
-Venía a darle las gracias por haberme salvado la vida
-No tiene que dármelas doña Braulia, fue un placer, volvería a hacerlo de nuevo.

Sin esperárselo le agarró las manos, y mirándola a los ojos, le volvió a dar las gracias.
Aquella mente tenía una gran facilidad para olvidar los últimos cinco minutos de su vida, no acordándose de lo anteriormente vivido.
Cada día, la bautizaba con un nombre diferente: María, Ana, Lucía...pero siempre con el mismo cariño y agradecimiento con el que llegaba a su casa cada atardecer, con la esperanza de que la escuchase.
Para doña Braulia aquellos minutos que pasaba con la chica, era devolverle la vida, haciéndole dejar atrás esa horrible enfermedad a la que hace a uno olvidar.
Con dificultad y empuñando de nuevo su bastón, se dirigió a la puerta y la abrió.
Durante unos segundos, volvió la cabeza hacia atrás.
Esbozó una sonrisa y cerró suavemente.
María se quedó unos instantes mirándola, quieta, pensativa y susurró: Hasta mañana Doña Braulia.

NO GANO PARA SUSTOS. ELENA JARQUE


-La anciana doña Braulia, apoyada en su bastón se presentó en la casa de la mujer que le había salvado la vida.

Allí sentada en el salón, esperando a que llegara Magi, observó que era una familia numerosa, pues en la mesa había un cuadro con muchos niños Magi y su marido.

Parecía que estaban bien situados por lo que había visto, la casa era grande y muy bien decorada, y además tenía sirvienta.

De pronto se escucho un alboroto en la cocina, gritos y golpes, los niños salieron corriendo, y cuando me vieron me dicen

_tiene que salir al jardín, pues hay una rata.

Yo, como pude ande todo lo deprisa que pude, cuando se me cruzo uno de los pequeños y me caí, todavía se formo mas alboroto, los niños llorando, Magi gritando, cuando me vio Allis patas arriba y preguntando

_esta usted bien, que degusto

_sí, no se preocupe, un tropezón de nada

_salgamos al jardín, estaremos mas tranquila.

Ya en el jardín fuera de los gritos nos sentamos y me dijo

_como esta doña Braulia, a que debemos su visita.

_vengo a agradecerle lo que hizo por mi, y le traía unos huevos de mis gallina, pero la verdad, no creo que estén vivo, pues con la caída seguro que se han roto.

_bueno lo importante es que este bien.

De pronto salio el marido, diciendo

_A sido una falsa alarma no era una rata, sino un hurón.

Y salía con el en los brazos.

LECCION. Caridad Leiva


La anciana Doña Braulia, empuñando un bastón se presentó en la casa de la joven que había salvado su vida. Bastón que odiaba pero que al no estar totalmente recuperada se escudaba en él. Para ella lo primero y segundo era cuidarse personal y estéticamente y administrar sus bienes.
-Ernestina!
- ¡oh Doña Braulia usted aquí en mi casa!
-Vengo a darte las gracias, y que me pidas lo que quieras
-No no! Ni pensarlo
-¡Por supuesto que sí, acabo de enterarme de lo más importante que me pasó en mi larga vida!.
Después de una larga tarde de charla Doña Braulia devuelta a su casa pensativa nó comprendía que había gente que hacía el bien a otros por nada a cambio.
Tenía tanta gente alrededor a su cargo que para ella eran invisible, entre ellas Ernestina ni siquiera sabía el vínculo familiar que les unía hasta esa importante tarde, se enteró que ni su hermanos que aun vivían ni sobrinos ni demás familiares pudieron hacerle su donación de médula , sin embargo pudo donarle Ernestina, que era hija de una prima segunda suya.Médula que germinó en ella.

LA SUPLICA

La anciana Doña. Braulio, empuñando un bastón se presentó en la casa de la joven que había salvado su vida.

- ¡ No te asustes hija!
- Vengo a ver al tirano que quiso matarme.
- ¡ No por favor Sra.!
- Tengo que hacerlo muchacha.
- Si lo hace, ésta vez no tendrá tanta suerte.
- Me da igual, ya soy muy mayor para tener miedo a morir.
- ¡Mi tío está loco y Vd. indefensa!
- No importa, no me iré sin que me diga, ¿quién apuñaló a mi hijo?.
- ¡No fue él, por favor…se lo aseguro!.

En ese momento mientras la chica suplicaba a la anciana, apareció él y en ésta ocasión disparó…,

LA ANCIANA DEL BASTON -Carmen García Pérez

La anciana Doña Braulia apoyada en su bastón, se presentó en la casa de la mujer que le
había salvado la vida.
Sus muchos años y achaques le daban un aspecto lastimero.
-No vengo a darle las gracias por haberme salvado dijo la anciana.
Laura estupefacta miro a la señora y niega con la cabeza.
-Perdón pero no se de que me habla.
-Por supuesto que sí, usted con un gran empujón me retiró de la calzada y evito que un borracho al volante de un coche, acabara con mi vida .Eso hizo cambiar mi destino.
-Señora, le repito que jamás la he visto en mi vida.
-Es usted una entremetida, me ha alargado la agonía que padezco me ha prolongado esta vida que aborrezco La deseo a usted una agonía como la mía.
Noche cerrada, asustada, sudorosa Laura despierta con el corazón acelerado.. Comprende que aquella escena no era real y suspira aliviada.
Suena el despertador, Laura salta de la cama y todavía angustiada se viste y sale apresuradamente hacía su trabajo.
Va a cruzar la calle, cuando aterrorizada, ve un coche que descontrolado se dirige hacía una anciana con un bastón que cruza la calle.
Laura ya empezada a correr hacía ella cuando bruscamente para y se gira hacía el lado contrario sin volver la cabeza.
Un ruido ensordecedor y las voces de horror de otros transeúntes llegan hasta ella.

GRATITUD A MARTA. Victoria Segura.

La anciana doña Braulia , empuñando un bastón se presento en casa de la joven que le avía salvado su vida
-Hola Marta no e podido venir antes a dartes las gracias por salvarme del atropello
-Lo importante es que a usted no la pillara el coche aunque no pude evitar que apartarla se cayera
-Bueno afortunada mente solo me di un golpe en la rodilla, que aunque no fue mucho tengo los huesos muy gastados y cualquier cosa me afecta mucho el medico me a dicho que no salga sin bastón
-¿y del coche se supo algo?
-Si la policía me dijo que alguien que estaba viendo lo sucedido tomo la matricula y así pudieron cojerlo , y que por pasarse de velocidad y saltarse el semáforo en rojo le iba a caer una importante sanción
-Bueno me tengo que ir vienen a recogerme, siempre estaré
en deudas contigo
-Cuídese mucho, y venga a visitarme cuando quiera, ¡y mucho cuidado con los pasos de peatones !

DOS BUENOS CORAZONES. Nati Parra

DOÑA BRAULIA SE LEVANTO MUY TEMPRANO, Y EMPUÑANDO SU

BASTÓN, SE PRESENTÓ EN CASA DE SALVADORA:




- BUENOS DÍAS SALVADORA

- BUENOS DIAS DOÑA BRAULIA ¿QUE LE TRAE POR AQUÍ?

- PUES MIRA HIJITA QUERIA HABLAR UN RATITO

- USTED DIRÁ LA ESCUCHO

- CUANDO ME SALVASTE LA VIDA DEL FUEGO DE MI CASA, YO TENÍA UN DINERITO GURADADO EN EL JARDIN Y QUIERO QUE SEA PARA TI.

- ¡¡NO, QUE DISPARATE!! , ES SUYO, NO LO NECESITO, VIVO SOLA Y CON MI PAGUITA TENGO MÁS QUE SUFICIENTE.

- YA LO SÉ, PERO POR FAVOR CÓGELO.

- ESTA BIEN, LO ACEPTARÉ CON UNA CONDICIÓN, SI TE VIENES A VIVIR CONMIGO, YA QUE TU CASA NO SE PUEDE HABITAR, ASI LAS DOS NOS HAREMOS COMPAÑIA.

CUMPLEAÑOS AGRIDULCE. Enrique Segura

La anciana Dña. Braulia, empuñando un bastón se presento en la casa de la joven que le había salvado la vida.
Dicha joven me salvo de morir ahogada en la playa, en un descuido mío no vi la resaca que había aquel día y el agua me llevaba hacia adentro y a mi edad no tenia fuerza para poder nadar hacia la orilla. Los socorristas me dieron el nombre de la chica (Montse) y su dirección y fui a verla.
-Hola joven.
-Hola Dña. Braulia ¿Qué tal? .
-Pues gracias a ti muy bien con vida.
-Lo habría echo cualquiera.
-Si pero fuiste tu.
-Por cierto me salvaste la vida pero fue casualidad o el destino.
-Pues la verdad fue un maromo que andaba por allí paseando en el cual yo me fije.
-Bueno la juventud fue mi destino.
-Te llamas Montse ¿Cuántos años tienes? .
-Tengo 24 años y los cumplí el mismo día que le salve la vida ese fue mi regalo.
-Te di el día hija.
-No importa fue día triste y alegre a la vez salve una vida y perdí un hombre, pero ya habrá mas. No cambiaria nada de lo que paso aquel día.
Gracias Montse no es tan mala la juventud como la pintan. Seremos amigas para toda la vida.

Tercera propuesta de trabajo

Como tercera propuesta acordamos cambiar los caracteres de los personajes para cambiar la historia así como intentar que los persdonajes durante la trama hablaran entre si con estilo directo - con guioncitos-. Don Braulio cambió de sexo y ...

"La anciana Doña Braulia, empuñando un bastón se presentó en la casa de la joven que había salvado su vida. "

Debían acabar la historia.

MAL PERDEDOR. Jose Valiente

El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:
No, no no voy a matarlo Don Braulio: Mire qué herramienta más mona me he comprado. ¿No se ha enterado que ya tengo licencia para el uso de arma corta?.
Pues no. No me había enterado de que había ascendido de categoría social. Claro desde que eres concejal se entiende. Pero tú sí sabias que me ocupo de la venta de armas y otros objetos que subastan en Juzgados y Comisarias que estoy autorizado para su comercio y que es mi medio de vida. Vamos que podías haberme comprado el arma con la que tanto presumes. De todas formas, al parecer a partir de ahora, tendré que llamarte Don Ernesto y tratarte de Señoría. En consecuencia te autorizo a que me apees el “Don” y me tutees.
¡Hombre no pensé que te sentaría tan mal que mi humilde persona progresara algo!.
Pues sí que me ha sentado mal tu proceder, hasta el punto de no saber si despedirme con el consabido “tan amigo como siempre”.

TAL Y CÓMO TE SOÑÉ. Susi Velazquez

“ El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:

¿ No me esperaba Cardenal?. Como puede intuir vengo a preguntarle de nuevo. ¿ Quienes son mis padres?. Y esta vez creo que obtendré una respuesta rápida.

El Cardenal como siempre trató de calmarlo. Pero Ernesto gritó. “ Esta vez no me marcho sin respuesta.”

El Cardenal abrió un cajón del que sacó un sobre y una fotografía y se la entregó.

Ernesto comprobó con lagrimas como la mujer de la fotografía era la que siempre veía en sus sueños.

Y dijo con voz apagada. “ Por siempre estarás a mi lado madre”

NO MALTRATES AL GATO –Carmen García

El joven Ernesto empuñando una pistola se presentó en casa del hombre que le había Arruinado la vida.
Le había visto salir y rompiendo un cristal del ventanuco del sótano se introdujo con la pretensión de esperarle hasta que volviera y así terminar lo que le había llevado hasta allí.
La altura desde la ventana hasta el suelo era considerable y fueron varias las vueltas que dio por el suelo hasta ir a parar sobre unas bolas peludas que le recibieron de muy mal humor.
Arañado, dolorido y malhumorado, Ernesto la emprendió a patadas con aquellos animalejos que se había interpuesto en su camino.
Más tarde, acurrucado en el primer piso desde donde podía contemplar todo el vestíbulo, temblando de frío y miedo, rodeado de sombras, pudo contemplar los ojos de los gatos a los que había maltratado, terriblemente brillantes, vigilantes y malignos.
Ernesto, con la pistola preparada, se desplazó hacía la escalera con la intención de disparar a aquellos diablos.
Le estaban volviendo loco, ya no recordaba para que estaba allí, solo quería que le dejaran en paz, que no le miraran, terminar con el pánico que le embargaba.
Ofuscado, con la mano en el gatillo,, puso el pie en el primer escalón, no le dio tiempo a nada más, sombras oscuras de ojos malvados se le enredaron entre las piernas y su cuerpo descendió en piruetas patéticas hasta caer en el vestíbulo ya cadáver como un muñeco roto.

LINDO GATITO –Carmen García Pérez

El joven Ernesto empuñando una pistola se presentó en casa del hombre que le había Arruinado la vida.
Accedió através de un ventanuco del sótano y no sopeso la gran altura hasta el suelo.
Cayó sobre unas bolas peludas que le recibieron de muy mal humor. Al momento fue acechado por estas pelusas infernales con ojos malvados que proferían terribles maullidos y se enredaban entre sus piernas-
Arañado, y dolorido, preso del pavor que sentía en la oscuridad del sótano corrió buscando una salida.
Ciego de terror sacó la pistola y descargó todo el cargador sobre aquellas horrendas criaturas.
Inexperto con las armas, una de las balas reboto y fue a darle justo en la cadera.
Cuando el hombre al que buscaba llegó., quedo perplejo al ver a un joven desangrado en el vestíbulo de su casa y sus gato encima de él lamiéndole cariñosamente.

La pluma del joven Ernesto. Margari Ferrer.

El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:
-Vengo a entregarle mi arma, después de todo es lo único que me queda. Sé que ha considerado que dejándola en mi poder voy a quitarme la vida, pero... pensándomelo muy bien ¿porqué no lo hace usted mismo?
Ya veo, no tiene agallas suficientes y esta no es la pluma que utiliza para dar su estocada.
¡Ah! Que eso lo hacen sus sirvientes, que usted no se mancha las manos, claro, ¡Perdóneme Señor Rodríguez! ¡No faltaría más!
Me esta mirando el traje ¿verdad? Sí negro riguroso. Me pareció lo más oportuno después de encargarme de su familia.
Como acostumbra usted, otro ha hecho el trabajo sucio. Y no se preocupe, también e dejado las suficientes pistas y motivos para que lo culpen; así que me marcho.
En pocos minutos vendrá la policía, ¡mire! ya oigo las sirenas.
Con mi arma en su poder ya esta todo resuelto. ¡Hasta siempre señor Rodríguez! ¡Enhorabuena! Acaba de matar a su esposa e hijo.

Y serenamente, el joven Ernesto, dio media vuelta y se marchó.

EL PROFESIONAL DEL ENGAÑO. Enrique Segura

“El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:”-.
Don Pepone le propongo una idea para compensarme que Vd. Me arruino y no utilizar esta pistola ni contra Vd. Ni contra mí. Mi idea es que con su ayuda podamos fingir mi muerte para poder cobrar el seguro con lo cual no me compensaría no totalmente de mi ruina pero con Vd. Y algunos amigos más suyos posiblemente me ayudarían a tener de nuevo mi patrimonio igual que antes. Don Pepone asintió con la cabeza con la idea y se llevo a cabo con el y algunos amigos mas de Don Pepone.
Al final tanto va el cántaro a la fuente que ¿?.

El arma Caridad Leiva

¨El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:¨ Don Francisco…el cual le dijo- te voy a decir una cosa ¿te la imaginas?- ¡no¡ ni por asomo- ¡no quiero que veas más a mi hija¡- me lo arrebata todo¡ hasta lo más importante en mi vida! -esa es mi idea si te dejo sin la herencia de tu padre a ver cómo remontas tu vida para ser merecedor de mi preciado tesoro. Suena un disparo¡ ¡pann- ah ah ah¡.

UN MOMENTO DESESPERADO. Elena Jarque

El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presento en casa del hombre que le había arruinado: Llamo a la puerta, abrió la sirvienta, le pegó un empujón, cerró y apuntándola le dijo:

_Llévame donde esta don Braulio. La sirvienta empezó a temblar lo llevo hacia su despacho, cuando don Braulio le vio se puso de pie y dijo:

_no vallas a cometer una locura, todo tiene un arreglo. _Ernesto empujo ala sirvienta hacia donde estaba él. Y le apunto insultándolo y pidiéndole cuenta. _Don Braulio le dijo. _Podemos llegar a un acuerdo si quieres._Cuando la puerta se abrió, apareció la mujer y su hijo pequeño.

Ernesto se quedo mirándolo fijamente, acordándose de su familia y pensando que iba a ser de ellos, bajo la pistola y cayéndoles las lagrimas salio de la casa.

CCAMBIO DE PLANES Manuela Gutiérrez

El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado. La puerta estaba abierta.Gente por todos lados.Le comunicaron que el hombre había muerto durante la noche. Y una descarga de ira recorrió el cuerpo del joven Ernesto. Sin dudarlo abrió la boca y se introdujo el arma.

Segunda Propuesta de trabajo

De un maravilloso por hiperbreve y sorprendente relato de Miguel Garrido titulado "El profesional del suicidio" , tras trabajar en la dicvision entre inicio, trama y final, les propuse a mis alumnas que dado el siguiente principio....

"El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado."

...elaboraran la trama y el final. Para finalizar debían dotarlo de un nuevo título.

COMENZAR DE NUEVO. Victoria Segura

El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado.
Diciéndole, don Francisco ya no arruinara a nadie más le voy a matar, en ese momento apareció un niño detrás del hombre diciéndole: por favor no mate a mi padre, no mate a mi padre y empezó a llorar. Ernesto ante esta escena se conmovió. Don Francisco que asta entonces había estado callado se dirigió a Ernesto: siento lo que te pasó te aseguro que cuando lo hice no tenia otra opción , a mi me presionaron para que lo hiciera aunque yo no estaba de acuerdo, no te puedo devolver todo lo que perdiste pero si quieres te puedo ayudar a poner otra empresa es todo lo que te puedo decir, Ernesto quería olvidar todo lo que había pasado y estaba dispuesto ha empezar de nuevo confiando en lo que le había dicho el .

Preocupación. Caridad Leiva

No sé por qué razón se me quedó grabada aquella escena que no tenía nada de extraordinario. Era un día cualquiera como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo mientras ella daba alguna que otra carrera se paraba en los rrematojos , me charloteaba . Yo iba inmersa en mis pensamientos; a lo que ella me interrumpió y me dijo: ¿mamá qué piensas? Le digo ¿por qué hija? ¡es que no me haces caso¡.
En ese momento me di cuenta a lo que mi cabeza le estaba dando vueltas, y que por lo visto me preocupaba. Cuándo atendí su inquietud era que mirase un camaleón (ella como siempre con pena por los animales ) me decía ¡mamá está muy delgado¡¿Qué comerá? ¡Insectos hija¡ ¿Cuál? Anda Consuelo moscas y algunos más¡. Se quedó satisfecha y mientras quedó distraída con el animal, volví a lo que me preocupaba qué era?.Pues que al día siguiente tenía que terminar y entregar mi primer escrito en clase, hasta ese momento no sabía cómo lo seguiría, pero ví claro cómo se desarrollaría y terminaría¡ fue en décimas de segundos! Sabía que al fin sería entregado con razón de ser.

10 de octubre de 2010

LA VIDA. Victoria Segura

No se por qué razón se me quedó grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinario. Era un día cualquiera como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo, guisas porque a mi marido cuando venia del trabajo había estado a punto de tener un accidente con el coche pero afortunadamente no le paso nada, comprendiendo esto de que realmente nos puede cambiar la vida en unos minutos o segundos me hace pensar de que la vida hay que vivir el momento el día a día ,como necesitaba tranquilizarme por lo que a mi marido había estado a punto de sucederle me fui a dar una vuelta por el campo puesto que vivimos cerca ,mientras mi marido se quedaba en la casa con las niñas, porque a el no se le apetecía salir y además mi otra hija Carmen de seis años se avía quedado dormida, cuando me disponía a salir mi hija consuelo me dijo ¿mama puedo ir contigo porque Carmen esta dormida y no puedo jugar con ella? Claro hija le conteste yo, y nos fuimos las dos a dar el paseo , disfrutando del día tan soleado, por allí cerca pasa un riachuelo aunque no lleva mucho caudal porque es verano, pero los árboles que están junto al rió dan sombras y hace que en la ribera se este agradable y fresquito, mi hija y yo nos sentamos en una piedra junto al río, mientras mi hija cojia flores yo miraba el fluir del agua y sentí mucha paz, estaba tan concentrada que mi hija me tubo que llamar varias beses para decirme que había cogido amapolas y se las quería llevar al padre y a la hermana, nos disponía a irnos cuando vimos a mi hija Carmen corriendo para nosotras y detrás mi marido, me dijo como la niña se despertó pregunto por nosotras decidió venir a buscarnos, y como no aviamos comido todavía nos tragos unos bocadillos y nos quedamos un rato mas tarde disfrutando del día que a todos nos vinos muy bien

RECUERDOS DE MI NIÑEZ. Enrique Segura

No sé por qué razón se me quedó grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinario. Era un día cualquiera. Como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo.


Campo que hacia ya muchos años que no lo disfrutaba como en mi niñez desde que me fui a la capital. Yo soy de un pueblo típicamente manchego de cuyo nombre si me quiero acordar, Villanueva de la Fuente (C. Real).

En este paseo con mi hija por el recuerdo ella se quedo un poco asombrada al ver como un hombre iba montado sobre una plancha de madera tirada por un burro eso a mi hija le llamo mucho la atención preguntándome que hacia dicho hombre yo le conteste que el lugar se llamaba ERA y estaba TRILLANDO el trigo. Para mi no era nada de extraordinario pero para mi hija si. Yo me traslade sobre unos 40 años a mis recuerdos de mi infancia.


Espero que este mundo pueda seguir conservando estas tradiciones para que mi hija cuando sea adulta y vuelva al pueblo posiblemente con mis nietos les pueda contar lo mismo que yo le conté. Aunque la tecnología acabe con estas tradiciones por lo menos que sepamos cuidar el medio ambiente por el bien de la HUMANIDAD.

8 de octubre de 2010

LOS NIÑOS DE HOY. Susi Velazquez

No sé por que razón se me quedo grabada aquella escena que no tenía nada de extraordinario.
Era un día cualquiera. Como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo.
- Mira mamá como llevo los tenis, me ha metido en un charco y se me han despintado, los llevo de dos colores.

- No pasa nada Consuelo, los niños de hoy casi todos tenéis otro par en casa para cambiaros y de los de marca.
- Te voy a contar hija lo que me pasó con tu misma edad.

En mi colegio las monjas nos dijeron que íbamos a ir de excursión al campo y que teníamos que ir todas vestidas de blanco incluso los tenis. Tu abuela no tenía dinero y los tenis míos eran azules. Me dijo que no me preocupara que ella tenía la solución para ponerlos blancos. Los metió en polvo de gas, que era un producto que se usaba antiguamente como la lejía y se quedaron regular pero ella los pintó con kanfort.
Me quedaron muy bien y yo iba contentísima, pero a medida que pasaba el día no veas como terminaron, te lo puedes imaginar, a dos colores.
Mis amigas y yo no reíamos muchísimo y pasamos un día de campo inolvidable.
Bueno Consuelo que siempre te pase como a mí, que te sirva esto para darte cuenta de que a los niños de hoy no os falta de nada y recuerdes este paseo de las dos con mucha alegría que es lo más importante.

SE ME QUEDO GRABADA. Jose Valiente.

No sé porqué razón se me quedó grabada aquella escena que no tenía nada de extraordinario. Era un día cualquiera, como otros tantos, yo había salido con mi niña Consuelo de ocho años, a dar un paseo por el campo.
En un momento dado la sorprendo con una margarita, arrancando sus pétalos diciendo “Me caso o no me caso; con un viejo o con un muchacho.....”; En realidad no es el que sorprendido fuese yo ni era ella la sorprendida, porque no era la primera vez que nos vimos en aquellas circunstancias pero si se me quedó grabada dicha escena por la transcendencia que tuvo pasando el tiempo:
Mi niña Consuelo a sus ocho años había entrado de interna a recibir clases en un convento de Madres Carmelitas donde, como es sabido, las profesoras son religiosas y prestan mucha atención a sus alumnas con vistas, sobre todo, a “quedarse con ellas”, esto es a que un día formen parte totalmente de su comunidad, lo que nos parecía a nosotros los padres bastante bien y al efecto tenían con nosotros muchas reuniones y nos informan con todo detalle de los progresos de la niñas según sus intenciones y cada vez se mostraban más satisfechas . . . . . pero, marchando así las cosas ocurre el desencanto para las monjas que con mucho pesar nos comunican que nuestra niña no sirve para un convento. Sino que muy bien para una buena y honesta ama de casa y nos aconsejan que le encontremos un buen cristiano con quien formar una familia modelo, porque es lo que tanto nosotras como ustedes merecen. Después de mucha meditación es lo que lo que podemos aconsejarles. Ultimamente es la impresión que nos han dado cuando “espiábamos” su labor de jardinería que le teníamos encomendado: se pasaba el santo día con las margaritas y entonando romances amorosos., ,,, Y así fue como encontramos a un Don Juan Tenorio, ni tan Don Juan ni tan Tenorio como el célebre para nuestra novicia.

UN DIA CUALQUIERA. Soraya Soriano

No se porque razón se me quedó grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinario . Era un dia cualquiera como tantos otros, yo habia salido con mi hija Consuelo de ocho años a dar un paseo por el campo , aprovechando que aún hacia buen tiempo, a pesar de haber entrado ya el otoño.Salimos al atardecer, ibamos paseando y disfruntado de nuestro paseo cuando de repente se oye un estruendo , miles de pajaros piando y aleteando levantan el vuelo todos a la vez y salen disparados de las copas de los arboles, no se que es lo que pùdo pasar , que fue lo que les hizo abandonar su morada nocturna ,que se suponia no debian de abandonar hasta el amanecer, pero un escalofrio me recorrio por la espalda que me dejo unos instantes paralizada , en la cara de mi hija pude ver el miedo reflejado , se volvió hacia mi abrazandome y escondiendo su cabeza entre mis brazos me preguntó qué que es lo ocurria, pero no supe que contestar aun hoy me sigo preguntando que fue lo que ocurrió. Mi hija y yo salimos del campo aligerando el paso aunque aun seguiamos abrazadas, eso no hacia sentir fuertes y protegidas . Fue en ese momento que en realidad no ocurrió nada , cuando comprendí cuanto me necesitaba mi hija , pero lo que mas me hizo comprender es cuanto la necesitaba yo a ella.

ERA ELLA. Manuela Gutierrez

No se por qué razón se me quedó grabada aquella escena, que no tenía nada de extraordinario. Era un día cualquiera. Como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo. Es habitual que las parejas vayan alli a hacer el amor. Consuelo lo tiene tan asumido que ya no pregunta. Sin embargo, esta vez, a mi se me había quedado en la mente el pelo y la ropa de la chica.
Volvimos a casa sobre las ocho. Al rato llegó Andrea, mi hija de quince años. Al darme un beso sentí el olor de la hierba.Me di la vuelta y de esta forma pude ver sus ropas.Aunque antes de verlas ya lo intuía. Sin lugar a dudas, era ella.

El misterio del amor. Mercedes Doello

No sé porque razon se me quedó grabada aquella escena que no tenía nada de extraordinario.
Era un día cualquiera como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo de ocho años a dar un paseo por el campo.Nos
encantaba pasear y coger flores y setas.Consuelo iba agarrada de mi mano,de vez en cuando me miraba,hablaba con los ojos,
desde la muerte de su madre,no había vuelto ha articular palabra alguna;al mirarme,todavía podía observar aquella tristeza en
sus.
Éstabamos cogiendo setas cuando de pronto escuchamos unos ladridos a lo lejos, sin darle la menor importancia seguí cogien_
do setas, pero al levantar la mirada no ví a mi hija,había desaparecido.Comenzé a llamarla deseperado: ¡Consuelo,Consuelo!,
pero el silencio era lo único que allí reinaba,un silencio aterrador que se apoderó de aquel campo.
Comenzé a buscarla sin dejar de llamarla,sin respuesta alguna...
Estaba anocheciendo cuando de pronto volví a escuchar ladridos y corrí en aquella dirección.Cuando me iba acercando,los
ladridos se hacían cada vez más fuerte.
De repente apareció un pequeño animal peludo,no paraba de saltar hacia mi,mientras yo susurraba:ahora no,estoy buscando a
mi pequeña.Pero el animal no dejaba de insistir, como si quisiera decirme algo y le seguí,de pronto, entre la penumbra del
atardecer pude ver un pequeño cuerpo desvanecido en el suelo,era mi niña.Grité:¡Consuelo!;ella al oír mi voz empezó a
reaccionar temblaba y estaba asustada,de pronto me dí cuenta que se había perdido al perseguir a aquel perrito y no supo
encontrar el camino de vuelta.
La miré y a pesar del miedo en sus ojos había un reflejo de alegría.Aquel bendito animal no paraba de lamerla y saltar a su
alrededor,de pronto Consuelo me miró y sin esperármelo,como si aquello fuera un milagro,de sus labios comenzaron a salir
unas palabras que por mucho que yo no quisiera,no podré decir que no;palabras que devolvieron la alegría que siempre tuvo...
Papá,¿nos lo podemos quedar?.

UN DIA DE RECUERDOS. Elena Jarque

No sé porque razón se me quedo grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinario. Era un día cualquiera, como tantos otros, yo había salido con mi hija consuelo de 8años a dar un paseo por el campo.

Toda la pradera estaba anunciando la primavera, era precioso ver todas las flores abierta, margaritas, amapolas, el verde de la yerbas era espectacular y el aroma inconfundible de primavera.

Había unos Chios jugando alrededor de una pequeña charca, con ranas y sapos, aquella escena me hizo recordar mi niñez. En el campo de mi abuelo, mis primos y yo alrededor de un tollo, que era como lo llamábamos, de pronto me vi en el agua con las ranas.

Mi primo que era un manojo de nervios, me empujo y se reían al verme salir todo empapado. Salio corriendo por el campo que estaba lleno de árboles frutales, escondiéndose para que no lo cojan


-Papá, ¿y no tedio miedo de las ranas?

_Claro que si, por eso lloraba pero luego cuando vi. que no tenia ninguna encima se me paso y corríamos detrás de el.

Lo pasábamos bien, corriendo entre los árboles y tarándonos por los cerros de arena, montando columpios en las ramas de los árboles.

_Cuéntame mas cosas papá

Consuelo estaba entusiasmada con mis travesuras de niño, y no paraba de preguntar cosas, me hizo añorar aquella niñez sin maldad, sin tanta televisión y tantos videos juegos que hacen que los niños jueguen siempre solos.

El árbol y el toro. Luis Rincón.

No sé porque razón se me quedo grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinaria. Era un dia cualquiera. Como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo.* Vivíamos en una finca de labor y nuestro terreno lindaba con un camino vecinal. Teníamos nuestra alambrada que daba a ese camino y la de enfrente correspondía a una dehesa de toros bravos. Diariamente veíamos desde nuestra casa las labores de los caballistas conduciendo el ganado bravo de un sitio a otro de la finca.

Por eso, el ver a los ganaderos corriendo a los toros por el sitio acostumbrado he dicho antes que era una escena que no tenia nada de sorprendente para nosotros. Claro que eso fue a primera vista, cuando me fije mas detenidamente vi que ocurría algo extraordinario. Uno de los toros había saltado limpiamente la alambrada y embestido a un matrimonio que viajaba a lomos de un mulo, marido y mujer cayeron al suelo y, mientras el astado se ensañaba con el mulo, ellos corrieron hacia un árbol, a pesar de que eran de una edad mas que mediana, treparon hasta las ramas mas altas con una facilidad pasmosa.

Cuando ocurrieron los hechos la escena tuvo que ser dramática pero cuando nosotros llegamos y nos fijamos bien, a mi me resultó mas bien cómica. Aquellas dos personas subidas al árbol pidiendo socorro y el toro mirando hacia arriba desafiante, parecía cosa de cine o del tebeo. Al cabo de un rato llegaron tres caballistas, mientras dos de ellos se llevaban al animal, el otro ayudó al matrimonio a bajar del árbol lo cual hicieron sanos y salvos aparte de algunas magulladuras,. Seguro que nunca olvidaran ese día.
EL Puerto 21-9-10

El primer trabajo del curso.

Les propuse que con el principio del relato de Jesus Almendros, tambien alumno de este centro, premiado en el concurso organizado por Diputación de Cadiz "Mi abuelo y yo; mi nieto y yo" elaboraran su propio relato.

El principio dice asi:

"No sé porque razón se me quedó grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinaria. Era un dia cualquiera. Como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo."

Les puse una limitación de un folio y a continuación cuelgo algunos de los relatos elaborados. Las ideas, la ortografía y la sintaxis pertenecen a sus creador@s.